[et_pb_section bb_built=»1″][et_pb_row][et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text]

Número de habitantes: 65,64 millones

Tipo de sistema: modelo anglosajón

Salario medio: 1.741 euros mensuales

Edad de jubilación: 66 años, entre 2018 y 2020; 67 años, entre 2034 y 2036; y 68 años, entre 2044 y 2046

Reino Unido siempre ha tenido un papel protagonista a nivel económico y político en Europa. Uno de los puntos de referencia del país anglosajón es su modelo de pensiones que cuenta con un sistema de ayudas sociales enfocado en cubrir prestaciones muy básicas, partiendo de que el individuo es el principal impulsor de la planificación de su jubilación.

El sistema público inglés consta de tres niveles: la pensión básica pública, la pensión adicional ligada a los ingresos de los trabajadores y la prestación para los británicos con menores rentas, la conocida como “pension credit”.

El primer pilar: pensión estatal

“La pensión básica estatal” (Basic State Pension) es una suma fija para los trabajadores que hayan contribuido 44 años al sistema. Este pilar ha sido objeto de una importante reforma, por el que los británicos que acrediten un periodo mínimo de cotización mínimo tendrán derecho a una pensión de 155,65 libras semanales, independientemente de las cuantías de sus cotizaciones.

El segundo pilar: la S2P

Por otro lado, los británicos cuentan con un segundo pilar financiado en régimen de reparto conocido como la “segunda pensión estatal” o “S2P”, que proporciona un importe adicional en función de la renta, también de carácter contributivo.

Quizá te interese:  Dinamarca, un modelo de jubilación sostenible y confiable

Tercer nivel: el crédito de pensiones

Por último, el tercer nivel, el crédito de pensiones (“Pension Credit”) también de carácter contributivo y que constituye un beneficio semanal libre de impuestos para personas con rentas bajas, con la finalidad de garantizar un importe mínimo a los pensionistas. Es decir, se trata de una pensión asistencial, exenta de impuestos, para personas con mayor riesgo de exclusión.

Un plan de afiliación automática a planes de pensiones de empresa

Además, desde 2012 las empresas de Reino Unido están obligadas a suscribir un Plan de Pensiones para todos sus empleados mayores de 22 años que ganen más de 10.000 libras al año, siempre que no tuvieran ya un Plan establecido. Los empleados tienen la opción de salirse del plan voluntariamente durante el primer mes desde la inscripción y, cada tres años, el empleador debe recordarles su opción de acceder.

Actualmente un 2% del salario de los trabajadores y un 3% adicional del salario aportado por la empresa va a este Plan de Pensiones, pero en abril de 2019 aumentará hasta el 8% (3% del salario aportado por el trabajador, 4% por la empresa y un 1% por el Estado en forma de subsidios). Por el momento, las aportaciones públicas al sistema de pensiones británico aportan unas 8.300 libras de media anual y los planes de empleo deberían suponer otras 6.600 libras, frente a un salario medio en torno a 28.000 libras.

Quizá te interese:  Finlandia y la importancia del segundo pilar en el sistema de pensiones

En 2018, más de 1,2 millones de empresas han establecido un Plan de Pensiones y 9,5 millones de trabajadores se han incorporado como partícipes. Tan sólo un 7% han rechazado estar en el Plan de Pensiones.

El éxito en Reino Unido se debe a que han puesto en marcha numerosos instrumentos para complementar la pensión del sistema público de reparto, cuya tasa de sustitución supone tan sólo el 30,8% de los ingresos previos a la jubilación del trabajador.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]