Invertir puede parecer complicado, pero no tiene por qué serlo. Muchas personas comienzan con buenas intenciones, pero cometen errores que podrían evitarse con un poco más de información. Si estás dando tus primeros pasos en el mundo de la inversión o quieres mejorar tu estrategia, conocer los errores más comunes es el primer paso para hacerlo bien.
Uno de los más habituales es no tener un objetivo claro. Antes de invertir, es fundamental saber para qué estás invirtiendo: ¿ahorrar para la jubilación, comprar una vivienda o simplemente hacer crecer tus ahorros? Según el objetivo, la estrategia debe adaptarse. Esta definición inicial te ayudará a elegir los productos adecuados y tomar decisiones coherentes. Sin un rumbo definido, es fácil dejarse llevar por impulsos o modas pasajeras.
Arantxa López, experta del Observatorio Inverco


