Los bancos comerciales suelen ser la cara visible del sistema financiero, ya que estas son las entidades que acompañan a las familias en las gestiones financieras diarias. Pero existen otro tipo de instituciones financieras cuyo papel es clave a la hora de velar por la estabilidad económica: los Bancos Centrales. Su papel es menos visible, aunque en los últimos años ha tomado mucha más relevancia, puesto que sus decisiones repercuten en la vida diaria de millones de ciudadanos, especialmente en el escenario inflacionario que hemos vivido en los últimos años.
La principal misión de los bancos centrales es mantener la inflación bajo control y asegurar la estabilidad del sistema financiero. Bajado a la práctica y su impacto en el común de los mortales se trata de un engranaje invisible que determina cuánto pagará una familia por su hipoteca, qué rentabilidad obtendrá un pequeño ahorrador, cuánto crédito recibirá una empresa para expandirse o incluso cuántos puestos de trabajo estarán disponibles en el mercado laboral.
El banco de los bancos: ¿Qué es realmente un Banco Central?
Un Banco Central es una institución que busca el correcto funcionamiento de la economía de la región a la que representa y la estabilidad del poder adquisitivo de su moneda. Se constituyen como la autoridad monetaria de cada país o bloque económico. Como entidad pública, diseñan la política monetaria, controlan la inflación y regulan y supervisan la actividad de los bancos comerciales -de forma que operen de forma segura-. Además, se encargan de gestionar reservas y de intervenir en el mercado de divisas si fuera necesario modificar el tipo de cambio, además de decidir los tipos de interés oficiales, que sirven de referencia para los tipos de interés reales o de mercado.
sus decisiones repercuten en la vida diaria de millones de ciudadanos
Los Bancos Centrales funcionan como bancos para los bancos comerciales, manteniendo las reservas y acudiendo a ellos en caso de ausencia de liquidez inmediata. Por ejemplo, cuando un cliente retira efectivo o necesita transferir una cantidad de un banco a otro, el Banco Central actúa prestando dinero asegurando que los bancos comerciales tengan la liquidez necesaria para seguir operando con normalidad.
En el caso de la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) vela por el poder adquisitivo de los países que comparten el euro como moneda. De forma paralela, cada país cuenta con esta figura: en España, El Banco de España; en el caso de Alemania, el Bundesbank; en el caso de Italia, la Banca d´Italia. Además, para comprender en su totalidad los países que no forman parte de la zona euro existe otro organismo llamado Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), formado por el BCE y los bancos centrales nacionales de los 27 países de la Unión Europea. Fuera de Europa, cada región cuenta con su propia institución, Estados Unidos, por ejemplo, opera mediante la Reserva Federal de Estados Unidos, conocido comúnmente como FED.
Imagen: Banco de España (Madrid).
Los Bancos Centrales son los únicos organismos que cuentan con capacidad para crear la base monetaria, también conocida como M0. Esta equivale a los billetes y monedas en circulación y a las reservas bancarias. Es una tarea única: imprimir billetes o acuñar monedas son funciones que los bancos comerciales no pueden realizar. Regular la base monetaria es solo uno de los pasos, para llevar a cabo un control efectivo sobre la economía, cada Banco Central se encarga de diseñar su política monetaria, una estrategia basada en unos objetivos y metas concretos que dependen del contexto económico y la región.


