El ahorro es una práctica financiera crucial para mantener una buena salud financiera y lograr objetivos económicos a largo plazo. Sin embargo, aún existen diferencias significativas en los hábitos de ahorro entre hombres y mujeres. La brecha salarial, las responsabilidades del cuidado y las prioridades financieras son algunos de factores principales que contribuyen a estas diferencias ¿Por qué ocurre y cómo pueden ser abordados para promover una cultura de ahorro más equitativa que nos beneficie a todos?
Más responsabilidades del cuidado
Las mujeres suelen cargar con la mayor parte de la responsabilidad en el cuidado de hijos, ancianos y otros miembros de la familia, lo que puede limitar su disponibilidad de tiempo y recursos para el ahorro. Según una encuesta de la Asociación Nacional de Planificación Financiera (NAPFA) en 2021, solo el 36% de las mujeres se sienten seguras en sus conocimientos financieros, en comparación con el 57% de los hombres. Además, las expectativas culturales de que las mujeres deben encargarse de administrar el hogar y cuidar a la familia pueden limitar su capacidad para tomar decisiones financieras importantes, incluyendo el ahorro. En este contexto, los expertos insisten en la importancia de trabajar hacia una cultura de responsabilidad compartida en el cuidado del hogar y la familia, fomentando que las parejas se involucren en la planificación financiera y compartan responsabilidades.
La brecha salarial
La brecha salarial de género es una realidad que influye en los hábitos de ahorro de muchas mujeres, ya que según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres ganan alrededor del 16% menos que los hombres en todo el mundo. Esta falta de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades diarias puede dificultar el ahorro y la planificación financiera a largo plazo. Según una encuesta realizada por la National Foundation for Credit Counseling (NFCC) en 2019, el 29% de las mujeres informaron que no estaban ahorrando nada cada mes, en comparación con el 20% de los hombres. Abordar la brecha salarial de género es responsabilidad de todos. Por eso, es esencial trabajar en políticas que promuevan la igualdad de oportunidades en el lugar del trabajo.
Diferentes prioridades financieras
Las prioridades financieras son un factor clave que influyen en los hábitos de ahorro de hombres y mujeres. De acuerdo con un estudio realizado por UBS en 2019, las mujeres suelen tener una visión más amplia y a largo plazo de sus finanzas, dándole prioridad al ahorro para emergencias y la planificación para la jubilación. Si bien es crucial tener una visión a largo plazo de las finanzas personales, también es importante considerar objetivos financieros a corto plazo, como ahorros para vacaciones o compras importantes, ya que esto puede ayudar a mantener la motivación y aumentar el control sobre las finanzas personales en general. Por lo tanto, es importante fomentar el establecimiento de objetivos financieros a corto plazo y trabajar para alcanzarlos, mientras se sigue dando prioridad al ahorro para emergencias y a la planificación para la jubilación.
En definitiva, factores como la brecha salarial, los roles de género y las responsabilidades de cuidado, y las diferencias en las prioridades financieras contribuyen a los diferentes hábitos de ahorro entre hombres y mujeres. Para abordarlos, como hemos comentado, debemos fomentar una cultura de responsabilidad compartida en el cuidado del hogar y la familia, abordar la brecha salarial de género mediante políticas que promuevan la igualdad de oportunidades y establecer objetivos financieros tanto a corto como a largo plazo y trabajar para alcanzarlos.
Además, es imprescindible también una buena educación financiera que mejore los hábitos de ahorro tanto en hombres como en mujeres. Al adquirir conocimientos financieros, podemos tomar decisiones informadas sobre nuestras finanzas, como la gestión del dinero, el ahorro para el futuro, la inversión en objetivos financieros a largo plazo y la comprensión de conceptos importantes como el interés, el crédito, los impuestos y otras áreas relevantes de las finanzas personales que afectan directamente nuestro bienestar económico.