El sistema de pensiones canadiense es uno de los más reconocidos del mundo. Su principal característica es que combina una pensión pública con una vertiente de ahorro privado, obtenida a través de planes de pensiones de empresas y de otros vehículos financieros. En este sentido, la principal característica del sistema de ingresos para la jubilación de este país es que incluyen acuerdos obligatorios y voluntarios, en los que participan tanto particulares como gobierno, sindicatos y empresarios.

En lo que respecta a la pensión pública, el gobierno federal de Canadá ofrece a los ciudadanos tres tipos de prestaciones a las que pueden acogerse, una vez alcancen la edad legal de jubilación, situada en 65 años. Por un lado, se encuentra el Plan de Pensiones de Canadá (CPP), un plan de pensiones al que se cotiza mientras se trabaja, y que garantiza posteriormente un ingreso mensual durante la jubilación. Por otro lado, existen el denominado Seguro de Vejez (OAS), financiado por el gobierno canadiense, y el Suplemento de Ingresos Garantizados (GIS), que complementa la OAS, con una prestación adicional no imponible.

Según explican desde la Embajada de Canadá en Madrid, los ciudadanos de este país prestan especial atención a planificar su jubilación de la mano de las entidades bancarias como de diferentes herramientas digitales. Es el caso, por ejemplo, de la calculadora canadiense de ingresos por jubilación, que permite a los usuarios conocer una estimación de los ingresos que recibirán tras su etapa laboral, incluyendo la pensión del Seguro de Vejez (OAS) y las prestaciones de jubilación del Plan de Pensiones de Canadá (CPP), a la par que el impacto que puedan tener los cambios futuros en el ahorro.

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“Es habitual que los ciudadanos ahorren mientras trabajan para complementar la pensión pública”, señalan desde la Embajada de Canadá en Madrid. Además de los ahorros personales que se realicen con este fin –a través, por ejemplo, de los Planes Registrados de Ahorro para la Jubilación (RRSP) y los Fondos Registrados de Ingresos para la Jubilación (RRIF)–, los planes de pensiones de empresas son clave. Se trata de productos establecidos por las compañías –o en base a la negociación colectiva– donde se incorporan planes de ahorro de cara a la jubilación, así como planes de pensiones registrados para los empleados.

En base a este sistema, ¿pueden mantener los canadienses un nivel de vida parecido al que tenían cuando trabajaban? “Según los datos de 2019, la cantidad máxima mensual que podría recibir como nuevo beneficiario que comienza la pensión a los 65 años son 1.154,58 dólares canadienses, con un monto mensual promedio de 679,16. La situación de cada persona determinará cuánto recibirá hasta el máximo”, señalan desde la Embajada de Canadá en Madrid. Sin embargo, concluyen, el coste de vida en cada una de las provincias es diferente, por lo que, en ocasiones, es posible que las pensiones públicas no sean suficientes para mantener el mismo nivel de vida que los ciudadanos tenían cuando trabajan. Por ello, el ahorro privado se constituye como un pilar fundamental.