La crisis del Covid-19 no solamente ha impactado en todos los sectores de la sociedad, sino que también ha revolucionado las preferencias de quiénes destinan una parte de sus ingresos al ahorro. Entre sus prioridades, destaca el interés por el compromiso de las empresas con la mejora de la sociedad es fundamental a la hora de escoger un destino para su inversión.
En un contexto de pandemia y paralización de la actividad comercial, las familias que invierten sus ahorros en un Plan de Pensiones buscan algo más que simplemente acumular capital para complementar la pensión de jubilación pública. Por ello, los distintos vehículos de ahorro a disposición de los partícipes siguen cada vez más criterios que tienen en cuenta el compromiso con la sociedad y el desarrollo sostenible. De hecho, en línea con esta tendencia, los Planes de Pensiones ya invierten más de 58.700 millones de euros en empresas comprometidas con la sostenibilidad y las medidas orientadas al buen gobierno.
Esta inversión, conocida como Inversión Socialmente Responsable (ISR), consiste en una tendencia que busca contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad mediante una inversión que va más allá de los criterios financieros. En estos casos, además de tener en cuenta los factores tradicionales, es fundamental que se invierta en compañías que cumplan determinados criterios éticos, sociales y medioambientales.
Los Planes de Pensiones sostenibles, por ende, cuentan en su cartera con compañías que impulsan la sostenibilidad a través de su actividad y que cumplan, en la medida de lo posible, con los criterios antes mencionados. Una de las herramientas más conocidas para analizar el compromiso de una empresa con el desarrollo sostenible son los criterios ASG (o ESG por sus siglas en inglés), que tienen en cuenta factores Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno en la selección de las entidades que conformarán la cartera de un inversor.
En términos de sostenibilidad los Planes de Pensiones han evolucionado a lo largo de los años para ofrecer todas las ventajas y facilidades para invertir con seguridad y mantener su compromiso con la sociedad. Hoy en día, estos productos ofrecen dos beneficios claros para el ahorrador: por un lado, su carácter largoplacista les sitúa como el instrumento de inversión más adecuado para ahorrar de cara a la jubilación, debido a su carácter ilíquido (con algunas excepciones), y las ventajas fiscales que ofrece a la hora de rescatar el capital.
Por otro, estos productos ayudan a impulsar el desarrollo sostenible de la sociedad gracias a todas aquellas entidades y partícipes que hoy en día tienen en cuenta el impacto de su inversión en la sociedad del futuro. En definitiva, los Planes de Pensiones y el desarrollo sostenible caminan siempre de la mano con un único objetivo: mejorar la vida de la sociedad del futuro.