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  • Número de habitantes: 9,903 millones
  • Número jubilados/porcentaje: 33.8% de la población activa (27,8% de media en la OCDE)
  • Tipo de sistema: Mixto
  • Pensión de jubilación media: 1.740 euros/mes, de los que pensión pública: 1.210 euros/mes, planes de empleo (350 euros/mes) y 3º pilar (180 euros/mes)
  • Salario medio: 3.280 euros brutos al mes
  • Edad de jubilación: a partir de 61 años

Suecia tiene uno de los sistemas de pensiones más sostenibles y confiables del mundo. En este país al igual que en Dinamarca, Finlandia, Gran Bretaña, Holanda e Irlanda se combina libremente el sistema público con el sistema privado, y no son las empresas sino los propios trabajadores los que eligen cómo jubilarse.

El país conocido por IKEA y sus grandes lagos destaca también por el bienestar del que disfrutan sus jubilados, unos verdaderos enjoylders. Las pensiones de jubilación suecas se sustentan desde 1994 en tres pilares fundamentales: un pilar público, un sistema ocupacional cuasi-obligatorio y una pensión voluntaria.

Además, el modelo de información sueco ha sido el más citado por los expertos como sistema a imitar. El sobre que envía el Gobierno de aquel país es de un característico color naranja que los ciudadanos identifican de manera nítida. Este documento informa anualmente a los ciudadanos sobre su pensión pública futura.

Suecia ha abandonado la idea de que sólo el Estado debe hacerse cargo de la pensión de sus jubilados y para ello informa a sus ciudadanos de la importancia de ahorrar mediante planes privados para poder disfrutar de una jubilación sin perder el nivel de vida. En el país nórdico saben cómo ser un verdadero enjoylder.

Primer pilar: el sistema público de pensiones

La pensión pública está financiada por las aportaciones de empresa y trabajador, sumando en total el 18,5% de su salario bruto, del que el 16% se va acumulando en una cuenta individual virtual (cuenta nocional). El saldo de esa cuenta nocional representa el derecho acumulado de pensión futura. El Estado informa sobre el saldo acumulado en la cuenta nocional a través del denominado «Sobre Naranja», que los trabajadores suecos reciben anualmente. En cualquier caso, el sistema de “cuentas nocionales” funciona como un sistema de reparto, en el que las contribuciones realizadas por los trabajadores actuales financian los pagos por prestaciones de los pensionistas actuales. Frente a esto, el otro 2,5% del salario bruto del trabajador, se asigna a un Fondo de Pensiones de gestión privada, libremente elegible por el trabajador, entre diferentes Fondos de Pensiones gestionados por entidades gestoras privadas en el mercado sueco (sistema de capitalización).

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Por ello, aunque el modelo sueco de pensión pública es básicamente de reparto, permite el complemento necesario del sistema de capitalización.

El trabajador sueco tiene disponible desde los 61 años su pensión acumulada, si bien puede retrasar lo que desee el acceso a la pensión, aumentando así su saldo total. El importe de su pensión vendrá determinado por las aportaciones acumuladas durante su vida laboral más la revalorización establecida, y todo ello dividido por los años de esperanza de vida que tenga el trabajador en el momento de jubilarse. La revalorización de las aportaciones a la cuenta nocional viene determinada en función del crecimiento medio de los salarios en el país, mientras que la revalorización de la cuenta de capitalización dependerá de la rentabilidad del Fondo de Pensiones elegido.

En cualquier caso, en Suecia existe también una pensión mínima garantizada por el Estado y no contributiva que es financiada con impuestos. Los suecos que no hayan logrado llegar a una pensión contributiva y que hayan residido durante mínimo 40 años en Suecia pueden, desde los 65 años, recibir esta ayuda.

Segundo pilar: un sistema ocupacional cuasi-obligatorio

Los trabajadores suecos cuentan una elevada cobertura a través de planes de pensiones de empleo, complementarios del sistema público y de capitalización individual. Más del 90% de los trabajadores suecos son partícipes de algún plan de pensiones de empleo. La adhesión a este tipo de planes es cuasi obligatoria y su estructura y condiciones depende de la negociación colectiva entre sindicatos y organizaciones empresariales.

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La contribución al segundo pilar alcanza el 4,5% del salario del trabajador.

Tercer pilar: pensión voluntaria

El tercer pilar, de carácter privado y voluntario, es de capitalización, gestionado por Fondos de Pensiones o compañías aseguradoras. Su crecimiento ha sido favorecido a través de incentivos fiscales y, aunque el primer pilar cubre a toda la población y el segundo a más del 90%, las aportaciones voluntarias a este sistema individual son realizadas por más de la mitad de la población.

El sistema de pensiones en Suecia, ejemplo de sostenibilidad y adaptación para los jubilados

En resumen, las cotizaciones sociales suponen el 18,5% del salario. De este porcentaje, el 16% van a seguir financiando el sistema de reparto y el 2,5% restante se integran en una cuenta individual que se gestionará por un gestor libremente elegido por el trabajador.

Así, el sistema sueco de cuentas nocionales se ha convertido en un claro ejemplo de adaptación de los tradicionales sistemas de reparto a modelos más sostenibles y adaptados a la nueva realidad demográfica y a las carreras laborales más flexibles de nuestros días.

 

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