Los planes de pensiones son uno de los productos clave para planificar la jubilación y complementar el sistema público de pensiones. Este producto financiero permite ahorrar a largo plazo y está diseñado para que aquellas personas que participan en él puedan disponer de una cuantía económica cuando concluyan su actividad laboral. En este sentido, y como explicamos en nuestra Ahorropedia, no es posible disponer del dinero que se invierte en él hasta que llega el momento de la jubilación, con la salvedad de que se produzca alguna de las situaciones excepcionales establecidas en el marco legislativo, como es el caso de una enfermedad grave, que hayan pasado diez años de su apertura que el partícipe no tenga empleo o dependencia.

Con el fin de hacer que el producto acumule dinero de forma puntual o periódica, es recomendable realizar aportaciones periódicas, que son contribuciones o cuantías económicas que hacen los partícipes (y, en el caso de los Planes de Pensiones de empleo, los promotores) y con las que se puede ir acumulando mayor capital invertido a través de este vehículo. De acuerdo con el último informe publicado por el Observatorio Inverco sobre el ahorro en Planes de Pensiones Individuales por CC.AA. de 2019, 4 de cada 10 hogares españoles ahorra a través de este vehículo y el patrimonio acumulado por las familias españolas se situó en máximos de 79.896 millones de euros en este periodo.

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No obstante, de cara al año 2021, se ha reducido el límite fiscal que se puede aportar a los planes de pensiones individuales y a los planes de pensiones de empleo. Las aportaciones máximas que se pueden realizar tras esta reforma son las siguientes:

  • Planes de pensiones individuales: 2.000 euros (supone una reducción del 75% con respecto al límite anterior, que era de 8.000 euros).
  • Planes de pensiones de empleo: 10.000 euros, de los cuales el trabajador puede aportar hasta 2.000. No obstante, menos de un 10% de los trabajadores en España disponen de este producto dentro de su empresa.

Con el fin de compensar esta pérdida de ahorro, es importante buscar vías alternativas para seguir destinando una cuantía de nuestros ingresos a la jubilación. Además de formas cotidianas para aumentar y sacar partido a las finanzas personales, el ahorro que no pueda destinarse a Planes de pensiones puede canalizarse a través de fondos de inversión.

Este tipo de productos, que invierten las aportaciones de los partícipes en diferentes activos en base a su filosofía y a la regulación vigente, están llamados a tener un peso significativo dentro de los vehículos de diversificación y ahorro: según las estadísticas, el 94% de las gestoras prevé  un incremento del patrimonio de los Fondos de Inversión de cara al año 2021.

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Fuente: Observatorio Inverco

A pesar de que los fondos de inversión no tienen una deducción fiscal en la aportación como los planes de pensiones, el rescate de este producto tributa a un tipo de gravamen más bajo que el Plan de Pensiones. Además también  permiten traspasar el dinero a otro Fondo de inversión sin tributar y diferir así el pago de impuestos hasta que el partícipe decida reembolsar su inversión.